#12
XXII
Ha llovido y ni me he enterado.
Atrapado,
pero libre
como un gato.
Me despliego en mil leones,
aguanto los zarpazos del tiempo
y le aprieto la tráquea.
Me duele el infierno,
y hago polvo a los ángeles.
Apalizadas sus alas, suplican clemencia;
y desmiembro sus luces sin querer
mientras juego inocente
con los bordes de sus vitalidades.
XXIII
Perseguido por el sol,
atizo a los tigres de mi carro
y monto a la mujer de mis días
y me hace suyo de punta a punta.
Desde mi voz incandescente
hasta el alcohol de mi sangre.
Trepido.
Tiemblo.
Vibro.
Entre sus genitales;
en el punk de su boca
y por el jazz de su lengua.
-Potencias imaginables-
XXIV
Termino el día
hecho un saco de deseos
y las puntas de las rabias
que contengo
desgarran la polipiel que me compone.
Diseñado para el vómito y el escalofrío.
Ha llovido y ni me he enterado.
Atrapado,
pero libre
como un gato.
Me despliego en mil leones,
aguanto los zarpazos del tiempo
y le aprieto la tráquea.
Me duele el infierno,
y hago polvo a los ángeles.
Apalizadas sus alas, suplican clemencia;
y desmiembro sus luces sin querer
mientras juego inocente
con los bordes de sus vitalidades.
XXIII
Perseguido por el sol,
atizo a los tigres de mi carro
y monto a la mujer de mis días
y me hace suyo de punta a punta.
Desde mi voz incandescente
hasta el alcohol de mi sangre.
Trepido.
Tiemblo.
Vibro.
Entre sus genitales;
en el punk de su boca
y por el jazz de su lengua.
-Potencias imaginables-
XXIV
Termino el día
hecho un saco de deseos
y las puntas de las rabias
que contengo
desgarran la polipiel que me compone.
Diseñado para el vómito y el escalofrío.
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